Blue Flower

En el corazón de Cantabria nos encontramos el Valle de Buelna y, en San Felices un barrio acogedor donde los haya, Tarriba, que nos convoca con mucha ilusión a celebrar su segundo concurso de olla ferroviaria.

Nuestros amigos de El Cucú nos recibieron y acomodaron para que la jornada fuese lo más confortable para todos, así que una vez ubicados bajo las carpas de la organización y entregado el carbón para el encendido, se dio el pistoletazo de salida para el encendido e inicio del guiso.

La organización hizo entrega del carbón, tan necesario para el funcionamiento de las ollas. Muchas gracias por vuestro esfuerzo y colaboración.

Mañana muy relajada entre vecinos y cocineros, donde la armonía y la buena conversación fue la nota destacable, nos acerca a un mediodía en el que la sesión de vermut y la buena música reunió a los vecinos y visitantes.

A las dos de la tarde, con exquisita puntualidad, se inició la recogida de las catas, donde las 19 ollas entregadas pusieron a prueba el paladar del jurado.

Damos nuestra más sincera enhorabuena a Auri González, de San Felices de Buelna, que se alzó con el primer premio y a Gerardo y Toñi, ambos de Villaverde de Pontones, que obtuvieron el segundo y tercer premio.

Y ya que estamos por Tarriba paseamos entre sus calles, que nos muestran casas típicas montañesas con alegres colores.

¿Por qué no una ruta por el Monte Tejas?, donde Terio Lombilla ha dado una segunda vida a los troncos secos de los árboles tallándolos para recrear a los seres mitológicos como el ojáncano, la guajona, el duende, el arquetu, musgoso, anjanas, osa e incluso la Sirenuca de Castro Urdiales y el mismísimo Hombre Pez de Liérganes. Sin lugar a dudas la magia del entorno cautivará a pequeños y grandes en un día para disfrutar en familia.

Para completar el día, una visita a la Cueva de Hornos de la Peña, que ya desde el exterior nos indica su exclusividad al mostrarnos un caballo grabado a la entrada, siendo uno de los pocos grabados exteriores que aún se conservan en la cornisa. Una vez en el interior contemplaremos representaciones de caballos, cabras, uros y bisontes, destacando una figura humana, con los brazos en alto, cuya combinación con caracteres de animal le proporcionan cierta vinculación con lo chamánico y lo religioso. No desaprovechéis la ocasión de visitar una cueva en su estado original.

Muy cerquita nos encontramos con la Torre de Pero Niño, de finales del siglo XIV y estilo gótico. Actualmente acoge una exposición permanente, “Pero Niño: Vida y andanzas de un caballero medieval”, que toma como punto de partida “El Victorial”, donde se narran las hazañas de este Noble Señor, el Almirante Pero Niño, que fue siempre vencedor y nunca vencido por mar y tierra.

Podemos poner punto final al día en familia dejando jugar a los más pequeños en el Parque de Tibo mientras descansamos en un bello entorno natural.

Si algo cabe destacar de esta jornada ollera es el buen acogimiento y la armonía entre vecinos y visitantes donde todos fuimos acogidos sintiéndonos parte de una gran familia. No cabe duda de que volveremos a participar con vosotros.

Seguimos descubriendo nuevos eventos, no dejéis de consultar la página y el calendario para descubrirlos.

Nos vemos.